El pasado 18 de marzo, en la Sesión Nº1.210 del Concejo Municipal de Las Condes, el concejal Leonardo Prat (IND-Republicano) hizo un requerimiento especial, solicitó que sea discutida la propuesta de rendir homenaje al dictador Augusto Pinochet a través de una plaza o avenida que lleve su nombre.
El concejal hizo entrega a la alcaldesa, Catalina San Martín (Evópoli), de una carpeta con antecedentes y una carta firmada por 6 concejales del actual Concejo (4 Republicanos, 1 IND-RN y 1 Evópoli), donde invocan las razones para rendir este homenaje, donde destacan que “el General Pinochet ha sido el Jefe de Estado más largo en toda la historia de Chile, independiente de que para algunos haya sido muy malo y para otros muy bueno”.
La idea de nombrar una plaza con el nombre del dictador Augusto Pinochet parece no ser algo nuevo en la comuna de Las Condes, ya que en el año 2006, el ex alcalde Francisco De La Maza (UDI) presentó al Concejo Municipal la propuesta de nombrar una avenida, calle o plaza con el nombre “Presidente Pinochet”, pero la iniciativa no se concretó.
En marzo del 2024, en contexto del cambio de nombre de la Avenida Cuarto Centenario a Presidente Sebastián Piñera Echeñique, el concejal Leonardo Prat (IND-Republicano) retomó la idea anterior, argumentando que había quedado pendiente desde 2006.
Sobre la polémica suscitada, la concejala de Las Condes Nayati Mahmoud (FA) señaló: “Lo que está pasando en Las Condes evidencia cómo el persistente negacionismo de cierto sector impide reparar y sanar la herida provocada por una dictadura despiadada. La apología a la violencia a través del homenaje a un dictador es un profundo retroceso en los principios democráticos que tanto nos ha costado recuperar”.
¿Qué pensó cuando escuchó que se quería homenajear a Pinochet?
Cuando escuché la propuesta durante el Concejo, no podía creer que en pleno siglo XXI, se quisiera hacer homenaje a un dictador, sentí una profunda tristeza, por todo lo que implica para las familias que vivieron los horrores de la dictadura, dejando en evidencia cuánto nos falta avanzar en memoria, justicia y respeto a los derechos humanos.
¿Cuál es su reflexión con respecto al tema?
Reivindicar a un dictador es una apología a la violencia inadmisible, con el fin de esconder las acciones de tortura y violación de derechos humanos, un claro intento de blanqueamiento histórico que no podemos permitir.
¿Quién cree usted que podría destacarse en Las Condes?
Hay hartas personas que han contribuido positivamente al bienestar y desarrollo de la comuna y del país, promoviendo valores de democracia, justicia y respeto por los derechos humanos, como Carmen Silva Rojas, Irene Frei Montalva, Julio Montt Momberg, entre otros.
¿Cómo terminó todo?
El pasado martes 1 de abril, la alcaldesa, Catalina San Martín, se pronunció frente a la solicitud del concejal Prat, señalando que según el Artículo 5°, letra C, de la Ley 18.695, esta es una materia que le compete a ella como alcaldesa y administradora municipal, y no siendo está una acción que esté dentro de las prioridades de su administración, no va a iniciar el proceso cambio de nombre de ninguna calle o de otro bien nacional de uso público, “Como alcaldesa de esta comuna estoy mandatada a buscar siempre el bienestar de todos los vecinos de esta comuna, de todos”.
Frente a esta determinación, la concejala Nayati Mahmud señaló en dicho Concejo: “En primer lugar agradecer a la alcaldesa por la decisión tomada con respecto a la calle. El significado que tenía era profundamente violento, enviaba un mensaje peligroso que consagraba la impunidad y justificaba la violación de los derechos humanos y la destrucción de nuestra democracia, Chile vivió una de las etapas más oscuras en este periodo, más de tres mil personas fueron ejecutadas o desaparecidas, decenas de miles fueron torturadas y otras cientos de miles perseguidas y exiliadas”.
Agregando: “Estos hechos están comprobados y documentados por organismos nacionales e internacionales, y Las Condes no queda fuera, 61 vecinos y vecinas sufrieron las mismas consecuencias de un régimen sangriento, agradezco también a todos aquellos que se han manifestado en contra de esta iniciativa y luchan por mantener la memoria viva con fuerza, voy a decir hoy y siempre que la memoria no se borra, los derechos humanos no se negocian y la democracia no se transa”.